El objetivo del tratado global de plásticos es acabar con la contaminación plástica para 2040, a través de una industria del plástico climáticamente neutra.
Los líderes internacionales tienen la oportunidad de lograr un tratado global para poner fin a la contaminación por plásticos que la naturaleza necesita. La mayoría está de acuerdo: los gobiernos, las empresas y el público piden un tratado ambicioso.
Previsiones a futuro
Cada año, el mundo produce más de 462 millones de toneladas de plástico. Si bien el plástico puede ser un material útil, el 90% de él contamina nuestro planeta. Esto es particularmente cierto en el caso de los artículos de un solo uso, como los cubiertos y los envases de plástico. Además de los microplásticos, que se desprenden de trozos de plástico más grandes, como los textiles.
En la actualidad, se estima que entre 9 y 14 millones de toneladas de residuos plásticos terminan en los océanos cada año. Se han encontrado residuos plásticos en todas las áreas del planeta, que provocan un gran daño a la vida silvestre y los ecosistemas.
Al ritmo actual, la contaminación mundial por plástico podría triplicarse para 2040 a menos que tomemos medidas inmediatas. Las medidas voluntarias y los esfuerzos impulsados por los países han demostrado ser ineficaces para detener la contaminación y el envenenamiento del planeta por plástico, y la situación solo está empeorando. En los últimos cinco años, el número de acciones nacionales y voluntarias para abordar el problema ha aumentado un 60%. A pesar de ello, la contaminación por plástico ha seguido aumentando un 50%.
Tratado global de plásticos
La solución para la situación que se plantea es un nuevo conjunto de acuerdos globales jurídicamente vinculantes y equitativos que definan los pasos tangibles y los plazos necesarios para cambiar la forma en que producimos y consumimos plástico de alto riesgo. Esto debe incluir:
- Eliminar progresivamente todos los productos de plástico innecesarios que suponen un alto riesgo de contaminación.
- Establecer requisitos de diseño vinculantes y específicos para productos plásticos que conduzcan a una disminución del consumo de plástico.
- Combinar medidas vinculantes sólidas con mecanismos ambiciosos que permitan una implementación efectiva y una transición justa, incluida una sólida asistencia técnica y financiera.
En respuesta a esto, una resolución de las Naciones Unidas de marzo de 2022 pidió que se tomaran medidas urgentes para poner fin a la contaminación por plásticos a nivel mundial. Esto condujo a la creación de un comité de negociación intergubernamental (CNI) para abordar esta cuestión.
Se realizaron diferentes reuniones, la cuarta reunión de negociación intergubernamental, INC-4, para el tratado se celebró en Ottawa (Canadá) en abril de 2024. En la reunión se siguió desarrollando la normativa para prohibir los productos plásticos problemáticos y evitables. Pero se dejó abierta la posibilidad de que el tratado incluya medidas para reducir la producción y el consumo de plásticos.
La quinta reunión del Comité Intergubernamental de Negociación (CIN) para desarrollar un instrumento internacional jurídicamente vinculante sobre la contaminación plástica, incluido el medio marino, tuvo lugar del 25 de noviembre de 2024 al 1 de diciembre de 2024 en Busan, República de Corea
“Aún no hemos alcanzado la cumbre de nuestros esfuerzos”, expresó el presidente del Comité Intergubernamental de Negociación, Luis Vayas, en su declaración inaugural durante la sesión plenaria de clausura del domingo por la noche. Después de más de siete días de intensas negociaciones en la CIN-5 , los delegados no lograron ponerse de acuerdo sobre un nuevo instrumento. Acordaron aplazar la quinta sesión del CIN en Busan (República de Corea) y convocar una reunión reanudada en una fecha posterior.
Aunque el INC-5 no logró su objetivo de presentar un nuevo tratado al mundo, se hicieron avances en esa dirección. “No nos vamos de Busan desanimados”, afirmó la UE, resumiendo el estado de ánimo durante la sesión plenaria de clausura. Varias delegaciones hablaron, y México y Ruanda hablaron en nombre de 95 y 85 países, respectivamente, para pedir un tratado sólido, que incluya artículos sobre producción, plásticos peligrosos y productos químicos preocupantes.
La necesidad de desarrollar una economía circular para los plásticos es cada vez más urgente: un sistema que preserve los recursos naturales y reduzca los desechos, al tiempo que mantiene materiales valiosos en uso mediante una producción, un diseño, un uso, una reutilización y un reciclaje más eficientes.